Ubicada en el noreste de Mallorca, Son Servera destaca por tener las playas más tranquilas del levante mallorquín y contar con una amplia oferta gastronómica, lo que la convierte en el destino ideal para desconectar de la rutina.
Son Servera se asocia con facilidad a su campo de golf, que abrió sus puertas en la década del 1960 y es el segundo más antiguo de Mallorca.
- Iglesia Nueva de Son Servera: estructura de estilo neogótico que, aún sin terminar, desprende un ambiente alegre y de celebración, ya que es aquí donde se dan lugar los conciertos coincidiendo con las fiestas de San Juan, así como exhibiciones de bailes tradicionales mallorquines durante las noches veraniegas.
- Iglesia Vieja de Son Servera: datada del siglo XVII, está dedicada a San Juan y destaca por su torre de defensa.
“El Pastoret”: en el año 1820, una epidemia arrasó el pueblo de Son Servera, llevándose la vida de gran parte de la población a su paso. Dadas las circunstancias, se decretó un confinamiento de tres meses que terminó el 1 de febrero. Desde entonces, la escultura del pastoret recuerda el resurgir del pueblo tras esta devastadora enfermedad.
- Es rentadors: con la finalidad de que la población tuviera un espacio idóneo donde lavar la ropa, en 1905 se construyeron estos lavaderos públicos, que consisten en un espacio rectangular cubierto con unas picas de piedra caliza en medio. Recientemente, han sido restaurados para incorporarlos al patrimonio histórico y cultural de Son Servera.
Mirador de Costa de los Pinos: siendo uno de los parajes más visitados por las vistas que ofrece, muestra centenares de candados en su barandilla como símbolo del amor y la eternidad de muchas parejas tras lanzar la llave al mar.